Somos un grupo de amigos. Nos gusta cocinar, saborear la amistad y la buena mesa.
23 junio 2011
Un café o un helado
La dueña entonces bajó rápidamente los dos tramos de escalera que la Emilia ya tenía andados y, sacando un billete de mil pesetas del bolsillo de su rebeca, se lo puso en el de la blusa que llevaba la Emilita:
-Para que te tomes un café o un helado.
Un geranio para Emilia
José Jiménez Lozano
(Wayne Thiebaud)
21 junio 2011
Abecegulapoema
Avellanas bulliciosas, Chana
Duraznos
Excelencias felices, golosos huecos
Impetuoso jolgorio, kermés, libar mimoso
Narcótica ñora o picante queso
Racimo sexual, turgentes uvas...
Vino wagneriano, xilófono yacente. Zalamerías.
Abecegulapoema. Inma Díaz
20 junio 2011
Naranjas y limones
18 junio 2011
Soy un ravioli
17 junio 2011
Quesos
Llegamos al hotel hacia las ocho. El comedor está bien iluminado, parece incluso más brillante de lo normal. Tal vez es mi estado de ánimo. A fin de cuentas es un acontecimiento, yo solía cenar solo. Abrimos la carta. Agachamos un poco la cabeza para sopesar la oferta. Nos rodean los sonidos leves y apaciguadores de la cena. En el centro del comedor resplandece una mesa con fruta. A su lado una bandeja de quesos: azul de Bresse, fuerte y sabroso, acre como las axilas de una mujer; roquefort, con vetas como el mármol; los pequeños chévres envueltos; gruyère...
Juego y distracción
James Salter
(Especialidad Gastronomica. Catherine Jones)
09 junio 2011
Dulzuras de madre
08 junio 2011
Almuerzo
Almorzaron en el Testov. Mijaíl Averiánych estudió largo rato el menú acariciándose las patillas, y, con aire de gourmet acostumbrado a sentirse en los restaurantes como en su propia casa, dijo: -A ver, preciosidad, con qué nos vas a deleitar hoy.
El pabellón número 6
Anton Chéjov
(Evening Thoughts. Pino)
03 junio 2011
Regalo
01 junio 2011
De Madrid, al...
Aparte de esto -y del Museo del Prado y algunas otras concentraciones de obras de arte-, confieso que de Madrid apenas me interesa nada. Es una ciudad donde se come pésimamente. El restaurante Lhardy ha perdido mucho. Hoy, excepto el Nuevo Club -inasequible para las personas con mi presupuesto-, que ofrece una cocina francesa de un indudable nivel, la cocina más común de esta importante ciudad es de una monótona vulgaridad. Los garbanzos no me han gustado nunca. Los huevos fritos y el bistec con patatas, menos aún. Los vinos nacionales son de una pretensión grotesca, son demasiado fuertes y todos son pastosos.
Madrid. El advenimiento de la República
Josep Pla. 1933
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