31 diciembre 2008

Noche de uvas


En la cama, desnudos, comemos uvas.

Tú me las das y yo cuento lunares

en el guante ceñido de tus caderas.

A ratos nos hablamos sólo un murmullo,

frases a medio labio lentas, mojadas.

Todo tiene el sabor amargo y fresco

del minuto que sabe de su modestia.

(Los próximos momentos cuelgan, pacientes,

como un collar lo haría de una lámpara.)

Me ofreces otra uva. Yo te respondo

con un mordisco rápido. Tú cuentas mis lunares

y así va madurando la noche, su argumento.


Noche lunar
Andrés Neuman

(Uvas blancas. Antonio Fuertes)

30 diciembre 2008

Langosta limón


El tren
y la langosta
que se fragua
a sí misma
en la espesura;
el tren
junto al limón
que abre
la oscuridad
con dedos amarillos;
la caracola llena de pagodas torcidas;
el ciervo
reclutado
al azafrán.

El ecologista
Ana Merino


(Langosta. Jeremías Janikow)

27 diciembre 2008

Poema de la taza de té


Hombres de Xingzhou y Yuezhou,

Todos hacen vasijas de porcelana;

Redondas como luna que cae del cielo,

Ligeras como volantes masas de nubes;

El té gira cual remolino en la taza,

Su fragancia humedece los dientes...


Poema de la taza de té. Época Tang
El secreto de la porcelana

Emilio Calderón

(Taza de té italiana. Randall Lake)

24 diciembre 2008

Nochebuena


Hace unos años pasé la Nochebuena en compañía de unos amigos en el Parque Nacional de Mikumi, en el interior de Tanzania. La tarde era cálida, agradable, sin viento. En un claro en medio de la selva, sin más protección que el cielo, había dispuestas varias mesas. Y sobre ellas, pescado frito, arroz, tomates y pombe, la cerveza local. Ardían las velas, las antorchar y las lámparas de petróleo. Reinaba un ambiente distendido y agradable. Como suele pasar en África en ocasiones semejantes, se contaban chistes e historias graciosas.


Estampas eritreas. Ébano
Ryszard Kapuscinsky

(Naturaleza muerta bajo la luna. Yoshiro Tachibana)

06 diciembre 2008

La caricia del vino


Los recuerdos, ahora mismo, estorban.

Lo cierto es la caricia de este instante,

de este vino que da la bienvenida.


Burleigh falls, invierno
Francisco Díaz de Castro

(Copa de vino. Manuel Domínguez Guerra)

04 diciembre 2008

La cebolla


Cebolla

Luminosa redoma,

Pétalo a pétalo

Se formó tu hermosura,

Escamas de cristal te acrecentaron

Y en el secreto de la tierra oscura

Se redondeó tu vientre de rocío.


Pablo Neruda





01 diciembre 2008

Café de invierno por la tarde


En la mesa de al lado,

un jardín de señoras en domingo

abonadas al orden del murmullo

y del té con limón,

en un café de invierno por la tarde.


Impertinencias
Luis García Montero

(Pequeña conversación en un café. Malka Tsentsiper)

29 noviembre 2008

Sopofobia


Odio este charco insulso,
ardiente con fideos,
este mar que me amarga la existencia
en más de una viñeta.

Te lo ruego, mamita,
aparta ya de mí
esta sopa, si no querés gastarte
más plata en los loqueros.


Sopofobia
Ángel L. Montilla Martos

26 noviembre 2008

Pinchos con arroz


Invité allí enseguida a John y a Zado. La mujer, entrada en años, desconfiada y que no paraba de mirar hacia la puerta, ofrecía un único plato: pinchos con arroz. No quitaba ojo de la puerta porque nunca sabía quién iba a entrar: unos clientes, para comer algo; o unos ladrones, para despojarla de todo lo que tenía.


El infierno se enfría. Ébano
Ryszard Kapunsciski

21 noviembre 2008

He gozado de todas las cocinas


Para empezar

Mejillones al vapor aromatizados al coñac
Sarmale

Para continuar

Cecina de vacuno de León
Ensalada de otoño
Morcilla dulce de Soria
Mousse de pavo trufado acompañado de confitura de cerezas negras
Torreón de quesos de Asturias

Para finalizar

Tarta de tres chocolates
Virutas de naranja bañadas en chocolate

Cervezas del país

Vinos

Magnum Torrederos (Crianza de Rivera del Duero)

Degustación musical

Invención nº 8 de Bach
Sonata nº 10 de Haydn del volumen I

(Sergio, nuestro joven artista al piano)


... he gozado de todas las cocinas en todas las ciudades...


(Torre del Mar, 21 de nociembre de 2008)

Berenjenas con queso


Tres cosas me tienen preso
De amores el corazón:
La bella Inés, y jamón
Y berenjenas con queso.
...

En gusto, medida y peso
No les hallo distinción:

Ya quiero Inés, ya jamón,
Ya berenjenas con queso.


Baltasar de Alcázar

(Aubergine. Kimmo)

18 noviembre 2008

En la calle


En un momento, agobiado por la multitud y la bulla, se acercó al puesto de una vivandera. Pidió chorizo ayacuchano y un vaso de ponche. La mujer le sirvió un trozo de carne de cerdo con especias frita en ají y vinagre. Estaba bueno. Mientras comía, vio a Edith, que se había quedado bailando en el grupo del centro.


Abril rojo
Santiago Roncagliolo

(Día de mercado. José Luis Nieto)

15 noviembre 2008

Amor de frutas


Déjame rodar manzanas en tu sexo,
néctares de mango,
carne de fresas:

Tu cuerpo son todas las frutas.

Te abrazo y corren las mandarinas.

Te beso y las uvas sueltan
el vino oculto de su corazón
sobre mi boca.

Mi lengua siente en tus brazos
el zumo dulce de las naranjas.

Y en tus piernas
el promegranate
esconde sus semillas incitantes.

Déjame que coseche los frutos de agua
que sudan en tus poros.

¡Mi hombre de limones y duraznos!

Dame a beber fuentes de melocotones y bananos,
racimos de cerezas.

Tu cuerpo es el paraíso perdido
del que
nunca jamás
ningún Dios
podrá expulsarme.


Amor de frutas. Gioconda Belli

(Fruits of delight. Juan Kelly)

10 noviembre 2008

Licor de los monjes


Cuando mis padres iban al recibidor a despedir a las visitas, aprovechaba para apurar los restos que habían dejado en las copas. Era un licor que elaboraban los monjes de la Abadía de Montserrat. Andaba todo el día con la mente nublada. Imaginando cosas raras.


Muntaner, 38
José Antonio Garriga Vela

05 noviembre 2008

Inauguración


Organizamos una cena de celebración para admirar el trabajo acabado; un roof-shout como lo llamaban los neozelandeses. Cathy y John habían tenido la amabilidad de traer champán, y en medio de la oleada de cordialidad que este tipo de bebida produce, Keith anunció que él y Diane iban a utilizar nuestros principios de arquitectura espontánea en la casa que pensaban construir en Nueva Zelanda.


[En inglés roof significa tejado y, en Nueva Zelanda y Australia, la palabra shout designa la acción de invitar a comer y a beber. Un roof-shout sería, así, la fiesta que los propietarios ofrecen para celebrar la colocación del tejado de su nueva casa.


Entre limones
Chris Stewart

(La ventana. Raoul Dufy)

31 octubre 2008

Arroz con pollo


No quiso almorzar con Edith, al menos mientras no tuviese una señal de apoyo o de ascenso de sus superiores. Se había despedido de ella diciéndole que la invitaría a los ágapes de los jefes. No volvería ahora diciendo que sólo podía invitarla a una oficina vacía. Sintió que la defraudaría, que ella se sentiría decepcionada de él. Almorzó en su oficina un arroz con pollo que había llevado hecho desde su casa en un termo y pasó el resto de la tarde dedicado a su pelotita de papel. Por la noche durmió mal.


Abril rojo
Santiago Roncagliolo


27 octubre 2008

La coliflor


La coliflor es un cerebro vegetal que nos comemos.

Greguerías
Ramón Gómez de la Serna

23 octubre 2008

Nacionalismo culinario


Excepto en Londres, que en lo referente a la comida es un campo de concentración, he gozado de todas las cocinas en todas las ciudades. No soy nacionalista en nada y menos en la mesa. Mi menú favorito sería la carne asada, con ensalada, y dulces criollos en Buenos Aires.


El laurel para la pepitoria
Raúl del Pozo
Litoral nº 241 Poesía a la carta


18 octubre 2008

Un huevo, por ejemplo


Hay más misterio
en un huevo -por ejemplo-
friéndose en aceite
que en todas las leyendas
y todos los cuentos de hadas
del universo.

El misterio
y el milagro
de la vida
y de la muerte:
un huevo -por ejemplo-
chisporreteando
en una sartén llena de aceite.


Roger Wolfe

(El huevo cae. Kimmo)

12 octubre 2008

En el restaurante


Anita nunca había estado en un restaurante de tanta categoría, como decía, y la experiencia le gustó, más por la decoración rococó y por las atenciones del servicio que por la comida, porque con lo que ella disfrutaba de verdad era con el jamón, la tortilla de patatas y el pollo asado. Todo lo demás le parecía insípido.


Pasión india
Javier Moro

(Café de France. Ronald Lewis)

09 octubre 2008

Cena a las ocho


Había pescado para cenar porque la abuela Donna había enviado cinco dólares por correo. Una cena tardía: no se sentaron hasta las ocho. Y sin que mediara motivo alguno. El pescado se cocinó y terminó de preparar mucho antes, pero María lo tuvo en el horno. Cuando se reunieron alrededor de la mesa hubo un pequeño revuelo, Federico y August se disputaban un sitio. Entonces vieron de qué se trataba. María había vuelto a poner el cubierto de papá.


Espera a la primavera, Bandini
John Fante

(Piscis. Lina Gadelha)

04 octubre 2008

Piel de frutas


Aquí sentada así

compartiendo tu mesa.

Bebemos vino frío

y pelamos nuestras pieles

como frutas

aturdidas de sol.


Aquí sentada así
Renata Durán

(Elena Gualtierotti)

01 octubre 2008

Desayuno de fiesta


A continuación, y dado que es un día festivo por partida doble (es domingo y han venido visitas de la ciudad), la madre de Godwin prepara un desayuno. Por lo general, en las aldeas no se come más que una vez al día, por la noche, y en la estación seca, una vez cada dos días, si es que se come. Nuestro desayuno se compone de té y un trozo de torta de harina de maíz, y también hay un cuenco de matoke (un plato hecho de plátanos verdes hervidos). Los niños se comportan igual que polluelos en el nido: no apartan los ojos, ávidos, del cuenco de matoke, y cuando su madre, finalmente, les da permiso para comer, lo engullen todo en un segundo.


Habrá fiesta. Ébano
Ryszard Kapunscinsky

(Mishap with Jello. Alece Bernbach)

28 septiembre 2008

De la alacena


Padre, de la alacena

saca los caramelos,

la carne de membrillo,

la miel, el chocolate.

Lo que junto no estuvo

nunca en nuestra alacena

sácanoslo despacio.

Que se estropee el estómago,

que se piquen los dientes

si hemos de ver tus manos.


De la alacena
Antonio Hernández

(Guillermo Muñoz Vera)

26 septiembre 2008

En la buhardilla


En los períodos de mayor escasez, Marta, José Agustín y yo hurtábamos berros o tallos de calabaza silvestre en la linde de los huertos o nos desplegábamos en abanico por los castañares vecinos hasta que los gritos y amenazas del dueño o aparcero nos ponían en fuga. En la buhardilla, criábamos conejos y una docena de gallinas: sus huevos, mezclados con acelgas u hojas de calabaza, componían el plato habitual de nuestros almuerzos y cenas con excepción de los días felices en los que recibíamos víveres de Francia o Argentina.


Coto vedado
Juan Goytisolo

23 septiembre 2008

Bombón


Ella no era tan joven, tendría unos treinta años, pero también era alta, de buen tipo, cejas negras y mejillas coloradas..., en una palabra, no era una muchacha, sino un bombón.

El hombre enfundado
Antón Chéjov

(Anuncio de postre III. Thomas Wood)

20 septiembre 2008

El mar almuerza con nosotros


Tan cerca lo teníamos

que no era necesario llamarlo por su nombre.

Dolores apartaba del hogar la cazuela quemándose

los dedos.

Picaba la ensalada.

Con religiosa unción

vertía algunas gotas de aceite en los pimientos asados. Los

jureles

dejaban sobre el plato

brillar su plata verde.

Y entonces, cuando todo se hallaba bien dispuesto, sin llamar a

la puerta, con toda confianza

el mar se entraba en casa

y se sentaba luego a almorzar con nosotros.


El huésped del verano
Carlos Clementson

(Después del banquete. Juan Guillermo Manrique de Lara)

17 septiembre 2008

Crema sumptuosa


750 grs de chocolate negro

100 grs de mantequilla

3 yemas de huevos

Disolver en un poco de agua 750 grs de chocolate negro de repostería. Calentarlo a fuego lento. Cuando tiene la consistencia de una crema, quitarlo del fuego. Echar 100 grs de mantequilla a trocitos. Verter la mezcla poco a poco sobre 3 yemas de huevos batidos. Mezclar bien hasta obtener una crema bien lisa. Verter en el plato de servicio o en copas individuales. Dejar que se enfríe 24 h.

Se conserva 2 ó 3 días en la nevera.


La cocina impresionista de Monet

(Cacao Tobler. Onwy)

15 septiembre 2008

Cocina casera


Lo casero de antes es el lujo de hoy. El mayor lujo en la cocina de hoy en día es poder comer unos huevos de gallina autóctona o unos tomates madurados al sol. Antes, para el gusto burgués lo más era que te sirvieran camareros enguantados, con cubiertos de plata. Ahora se valora el sabor a leña, a la tierra, a lo auténtico.


Andoni Aduriz

(Texturas. Nacho Quiroga)

13 septiembre 2008

Té y pasteles


Se sentó con nosotros y se tomó un té, algo que muy raramente hace, y hasta cogió uno de los pasteles de Antonia. Ni Ana ni yo le habíamos visto nunca comer pasteles en nuestra casa.


Entre limones
Chris Stewart


(Cosecha de pastel de manzana. Janet Kruskamp)


11 septiembre 2008

Milagros de vida


Nuestras comidas consistían en arroz congée (arroz hervido en una papilla líquida), una sopa de verduras que escondía uno o dos trozos de carne de caballo, cartilaginosa del tamaño de un dado, un pan negro duro elaborado con lo que debía de ser basura de un almacén y lleno de trozos de alambre oxidado y polvo pétreo, y boniatos grises, un tipo de forraje que me encantaba. Luego empezaron a servir un cereal llamado trigo agrietado, otro forraje al que me aficioné. Mis padres y los demás adultos se tragaban aquello a la fuerza, pero yo siempre tenía buen apetito, y hasta el día de hoy me cuesta dejar comida en el plato, aunque me desagrade su sabor.


Milagros de vida
J.G. Ballard

(Arroz bol)

08 septiembre 2008

¿Una taza de té?


-¿Una taza de té? -le ofrecí.
Asintió.

Serví el agua caliente por tres veces sobre las hojas de té verde de Longjing, que previamente había depositado en sendos cuencos de porcelana de celadón de comienzos de la dinastía Ming, de color verde amarillento cálido. Según se decía, el primer agua era un encuentro, la segunda un placer y la tercera una despedida.


El secreto de la porcelana
Emilio Calderón

03 septiembre 2008

Muerdo el melocotón


Muerdo el melocotón. Su oro chorrea
por los dientes y fluye en la garganta.
Fresca pulpa que lame el sol y canta,
iluminando cuanto me rodea.

Boca feliz que siente y deletrea
el néctar añorado y se atiranta
en la sed de una lengua que levanta
la tersa plenitud de la marea.

Ahora bebo este zumo desleído
en su cauce de aroma y de caricia.
Es el sensual instante en que mi mano

abre otra vez el fruto sostenido,
para sorber su carne en la delicia
de esta hora radiante del verano.


Justo Jorge Padrón

(La vida es un melocotón. Dona Turner)

01 septiembre 2008

El primer café de la mañana


El tomarse un café por la mañana es aquí un rito ancestral a partir del cual -junto con la oración- los árabes comienzan el día. La campanilla del vendedor de café que al amanecer recorre el barrio calle tras calle ha sido su tradicional despertador. Al oír este toque de diana, se levantan de un salto y salen de sus casas a esperar la aparición del hombre que distribuye el café recién hecho, aromático y fuerte. El tomarse un café por la mañana es el momento de intercambio de saludos y parabienes.


Zanzíbar. Ébano
Ryszard Kapunscinski

(Café expreso. Susan A'court)

22 agosto 2008

La sandía


Cual si de pronto se entreabriera el día
Despidiendo una intensa llamarada,
Por el acero fúlgido rasgada
Mostró su sangre roja la sandía.

Carmín incandescente parecía
La larga y deslumbrante cuchillada,
Como boca encendida y desatada
En frescos borbotones de alegría.


Salvador Rueda

(Fernando Botero)

20 agosto 2008

El ajoblanco


Pon veinte almendras mondadas

Y cuatro dientes de ajo;

Añádele el agasajo

De unas migas asentadas

De pan de hogaza, empapadas

En agua clara. Mas luego,

Entrégate al dulce juego

De majar, lubrificando

Con óleo virgen. Y cuando

Encuentre la pasta apego,

Pon sal y agua de alcazarra

Y pon vinagre de vino,

Batiendo hasta hacer un fino

Licor que todo lo enlaza.

Al producto dale plaza

En cuenco, a mesa y mantel

-éste de lino, y aquél

de fino barro o madera-

Después añada el que quiera

Dulce uva moscatel.


Alfonso Canales


18 agosto 2008

Remedios para el amor


Marcial recomienda las setas en los momentos de dificultad amorosa: "Si la envidiosa edad aflojara el nudo de tu conyugal cortejo, que sean las setas tu algazara y la tierna chalota tu festejo."


Venus en la cocina
Revista Litoral nº 241. Poesía a la carta

16 agosto 2008

Desayuno, almuerzo, comida, cena


Las mujeres, a su vez, desde la mañana misma preparan el alimento. Digo "alimento" porque se come una vez al día, por lo que no se pueden usar designaciones tales como desayuno, almuerzo, comida o cena: no se come a ninguna hora establecida sino sólo cuando el alimento está preparado.

Un día en la aldea de Abdallah Wallo. Ébano
Ryszard Kapuscinski

(Cristián Avilés)

15 agosto 2008

Bogavante a la Newburg

2 pequeños bogavantes de 1/2 Kg cada uno
30 grs de mantequilla
1 vaso de vino de madera
100 grs de nata espesa
4 huevos

Cocer los bogavantes 5 mm en caldo. Abrirlos y filetear el cuerpo. Romper las pinzas y sacar la carne. En una sartén poner la mantequilla y el bogavante. Sazonar. Calentar suavemente 5 mm cada lado. Echar el vino. Cubrir y dejar cocer 15 mm.

Batir la nata y las 4 yemas. Echarlas en la sartén, removiendo hasta llegar a la consistencia de salsa.


La cocina impresionista de Monet
Litoral nº 241 Poesía a la carta

(Bogavante. Toño Vega)

14 agosto 2008

Placer del chocolate


Un cuadrado oscuro de chocolate
tiene para los dientes
el mismo efecto sencual
que el lodo en los pies traviesos de la niñez.
En la lengua, la densa materia oscura
suelta saliva en rojos cauces.
El chocolate se disuelve en dulce espeso fango
cuando lentamente se acarician los bordes
hasta que la tableta en la cavidad cálida
suelta aromas recuerdos y flores
en las distendidas papilas.

Ríos de chocolate
atraviesan encías y resquicios dentales
y el placer -que uno sabe fugaz-
da sus vueltas atrapado en la boca.

Devoro chocolate ahora que no te tengo
para, lícitamente y sin culpas,
abandonarme al erotismo.

Comiendo el chocolate pienso en tu piel a mordiscos
pienso en tus piernas
tus pies
pienso en los manjares suculentos
de la vida.

Placer del chocolate
Gioconda Belli

(Chocolat Noir)

12 agosto 2008

La mesa puesta


Ya tenía una mesa, como si fuera un cliente habitual. Era el único lugar del mundo fuera de su casa donde ya tenía una mesa. Era la misma de la vez anterior, al lado de la puerta. En efecto, sus cubiertos ya estaban puestos. El restaurante estaba vacío otra vez.

Abril rojo
Santiago Roncagliolo

(Bernard Buffet)

10 agosto 2008

Celebración de la vida

Me resulta imposible celebrar la vida ante un plato preparado de canelones bajos en calorías, acompañado de una ensalada de cuarta gama, un lácteo bio y una copa de agua mineral Perrier. Tampoco sé elegir entre las ascesis clásica y postmoderna, aunque me gusta más la primera. Por el contrario, disfruto cuando tengo los sentidos literalmente desbordados y las conversaciones con los seres queridos crean una arquitectura -literalmente un espacio y un tiempo- indescriptible mientras comemos. 

Filosofía, comida y cuerpo
Eduardo Rubio Díaz

08 agosto 2008

Papas a lo pobre


Primero colocó una sartén profunda, horrorosamente grasienta y ennegrecida, en un trípode dispuesto sobre las llamas, y en ella vertió lo que calculé serían como dos tacitas de aceite de oliva. A continuación con su navaja de bolsillo cortó a tajos un par de cebollas, sin esmerarse mucho en pelarlas, y, mientras burbujeaban alegremente en el aceite, partió en pedazos una cabeza de ajo entera y lo echó todo en la sartén.

-¿No pela usted los dientes de ajo? -le pregunté.

-¡Dios, no! Si no los pelas no se queman, y conservan mejor el sabor. También es menos trabajo.

Después de esto cogió un cubo en el que nadaban higiénicamene unas patatas que había pelado antes y, en cuclillas delante del fuego y con el cuerpo totalmente bañado en sudor, las partió toscamente en forma de gruesas patatas fritas de gran tamaño y las echó directamente al aceite chisporroteante. Cuando la sartén empezaba a desbordarse, revolvió las patatas con un palo y añadió más leña al fuego para que subiera la llama. En un cesto colgado de un palo había pimientos verdes y rojos y, cogiendo cinco o seis de los pequeños, los echó también enteros.

Entre limones
Chris Stewart

(Comidinha da Vovó. Osvandil Silveira Quimas)

06 agosto 2008

Lechuga emoción


Los cocineros tocamos emociones, damos algo más, no se trata sólo de una relación comercial, transmitimos emoción con una simple lechuga.


Santi Santamaría

05 agosto 2008

Tony para cenar


Pollo para cenar. Se detuvo en la puerta y fue retrocediendo a medida que el aroma del pollo asado le atacaba las narices. Pollo, pero ¿de dónde había salido? El único animal que quedaba en el gallinero era Tony, el gallo gigantesco. Su madre no mataría nunca a Tony. Quería al Tony aquel por su cresta airosa y grande y sus plumas hermosas y coquetas. Le había puesto unas ajorcas rojas de plástico sobre los espolones de las patas y se moría de risa al ver la vanidosa arrogancia de sus movimientos. Pero era Tony: en el escurridor vio las dos ajorcas partidas por la mitad, semejantes a dos uñas rojas.


Espera a la primavera, Bandini
John Fante

(A comer... Amanda Tomasoa)

03 agosto 2008

Disparate


Mira si hay mayor disparate que no beber vino y no comer tocino.

Francisco de Quevedo

(Wine Cellar Red. Emily Adams)

01 agosto 2008

Una botella de oporto


El día era intolerablemente caluroso y sofocante. Kolpakov acababa de comer y de beberse una botella de pésimo vino de Oporto, estaba de mal humor y tenía mal cuerpo. Ambos se aburrían y aguardaban a que menguara el calor para salir a dar un paseo.


La corista
Antón Chéjov

(Naturaleza muerta. Kimmo)

30 julio 2008

Arroz en cuenco de piel


Comencé a comer desesperadamente de aquellas manos de una blancura insólita. Cada cuando lamía un grano de arroz al tiempo que un trozo de piel aromatizada. El simple contacto con una piel que era como el propio jade me hacía pensar que yo seguía siendo un hombre libre y que no todo estaba perdido.


El secreto de la porcelana
Emilio Calderón

(Campo de arroz en la provincia de Oki. Utagawa Hiroshige)

28 julio 2008

El paraíso perdido


Te conocí

en el Supermarker. Entre carne

y verduras enlatadas

mi amor

ha madurado prontamente.

Y seguí caminando

a tu costado. Tú mirabas

el pan hecho paquetes; las manzanas,

las uvas, las cerezas

en sus frescos envases

tentadores. Había

mucha luz

en esa esquina. El aire

despeinaba tu sonrisa.


El paraíso perdido
Winston Orrillo

26 julio 2008

Pan con mantequilla


A la luz de una vela me sirvieron la cena. A ratos apoyaba ambos brazos en el tablero de madera y, ya cansado, mordisqueaba mi pan con mantequilla.


Niños en el camino vecinal
Kafka

(Pa i gerra. Salvador Freixas)