Feliz 2008

A todos y a todas os deseamos un año nuevo rebosante de sabores y amores para degustarlos.

¡Salud!

(Ramón Casas)

Almuerzo sospechoso

Pensé que me habían envenenado, pero todos habíamos probado la misma carne de cabrito dorado en azafrán, la misma torta de harina.

Bomarzo

Manuel Mujica Láinez

Pata de palo

Lo más difícil de digerir en un banquete es la pata de la mesa que nos ha tocado en suerte.

(México 022. Caryn B. Davis)

Huevos fritos

Con una rebanada de pan de maíz, Joel dejó limpio como un hueso el humeante plato de huevos fritos con sémola, bañados en abundante jugo de salchichas, que Missouri había puesto delante de él.

-Ciertamente, me gusta ver a un muchacho que disfruta comiendo -dijo-. Pero no esperes repetir porque tengo un dolor de espalda que me va a matar.

Otras voces, otros ámbitos

Truman Capote

(Huevos y cuenco azul. Lucinda Foy)

Preparativos

Tomamos la cena (galletas frías, tocino, jalea de zarzamora) y hablamos del día siguiente. Al día siguiente empieza el trabajo que más me gusta: ir de compras. Cerezas y cidras, jengibre y vainilla y piña hawaiana en lata, pacanas y pasas y nueces y whisky y, oh, montones de harina, mantequilla, muchísimos huevos, especias, esencias: pero ¡si nos hará falta un pony para tirar del carricoche hasta casa!

Un recuerdo navideño

Truman Capote

(Las cuatro edades. Antonio C. Ixtamer)

Cena para dos

Seguir haciendo cena para dos

siendo incluso el único inquilino.

Seguir haciendo cena

Rafael de Cózar

(Pierre Bonnard)

Una gota de vino

ESTA es mi cara y esta es mi alma. Leed:

Unos ojos de hastío y una boca de sed...

Lo demás... Nada... Vida... Cosas... Lo que se sabe...

Calaveradas, amoríos... Nada grave.

Un poco de locura, un algo de poesía,

una gota del vino de la melancolía...

Retrato

Manuel Machado

(Vinoceronte. Will Bullas)

Buena vida

En blandas camas, entre juego y vino, hállase mal el trabajoso Marte.

Cervantes

(Idilio musical. Fernando Sánchez y Juan)

En una taza de café

En una taza fría de café

naufraga lentamente una conversación.

El mundo

Luis García Montero

(Daily Double. Auderey Heller)

Productos Ultramarinos y Demás

Ya en la escalerilla del avión nos topamos con otra novedad: el olor del trópico. ¿Novedad? Si no es otro que el olor que llenaba la tienda del señor Kanzaman, Productos Ultramarinos y Demás, situada en la calle Perec de Pinsk. Almendras, clavos, dátiles, cacao. Vainilla, hojas de laurel; naranjas y plátanos por piezas y cardamomo y azafrán al peso.

Ébano
Ryszard Kapuscinski

(Mateo Laganá)

Totus reboletum

Partamos del caos y provoquemos una reacción cósmica.
Dejémonos invadir por la todopoderosa sensación de lo aparentemente inefable.
Disfrutemos del milagro: volver a la primigenia unidad de nuestro cuerpo con el universo.
Sintamos el desbordante placer de la disolución de nuestra mente.
Del paladar al éxtasis.

Ingredientes para seis
Cuarto y mitad de boletus.
Medio de gambas.
Seis huevos.
Cinco cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Tres guindillas troceadas o cucharadita de moca con ají picante.
Un buen pellizco de sal de la Camarga.

Elaboración
Hay que conseguir gambas frescas y a ser posible hermosas. Pelarlas a mano y reservar.
Los boletus también frescos. Les quitamos la tierra de la parte inferior con un cuchillito y la otra cepillándolos con cariño. Recordad que los boletus son como los gatos. Odian el agua.
Así, con todo su sabor, los troceamos y los ponemos en una sartén con el aceite de oliva virgen y la guindilla troceada o el ají.
Cuando estén algo salteados añadimos las gambas y apenas pierdan su apariencia cristalina volcamos los huevos.
Lo dejamos sin mover 20 segundos y luego desplazamos la cuchara de madera con cuidado para que el revuelto quede jugoso y no demasiado uniforme.
Os preguntaréis que hacemos con la sal. Ni se os ocurra ponerla mientras se cocina. Una vez presentado, espolvoread unos granos por encima y... dejaos llevar.


(Boletus naranja. Jerianne van Dijk)

Hasta la última gota

A nada me até. Me abandoné por completo y avancé.

Hacia los goces que mitad reales,

mitad ingeniados en mi mente eran,

avancé en la noche iluminada

Y bebí de fuertes vinos, como

beben los valientes del placer.

Avancé

Costandinos Cavafis

(Hasta la última gota. Kimmo)

En ruta

Cuando recorría Illinois dormía exclusivamente en maizales. Como hacía calor durante el día, me mantenía prácticamente a base de sándwiches de atún fríos, para comer y para cenar, y montones de manzanas y agua embotellada, aunque en Ryan, Illinois, me di el gusto de cenar un filete en Angie, en la calle principal.

Una historia en bicicleta

Ron McLarty

(Cesta de manzanas. Carol Robinsón)

Petición de asilo

Hospédame entero en tu cálida bodega,

entre las dunas paralelas de tus dedos,

y en la marina cálida de tu boca.


Rafael de Cózar

En silencio bajo el agua

Salieron juntos de la tienda y caminaron en silencio por el pavimento mojado, él sosteniendo un paraguas de percal para proteger a su madre, que llevaba una bolsa de mandarinas.

Otras voces, otros ámbitos

Truman Capote

A falta de pan ...

Cociné el relleno, sobé la masa y preparé empanadas fritas, porque no había horno. Tuvieron tanto éxito que a partir de ese día todos contribuían con algo de sus provisiones para el relleno. Hice empanadas de lentejas, garbanzos, pescado, gallina, salchichón, queso, pulpo y tiburón, y me gané así la consideración de pasajeros y tripulación

Ines del Alma mía
Isabel allende

(Muriel Kerba)

Sopa de la Guardia Mora (HARIRA)

Permitirme, que antes de redactar la receta, haga un pequeño guiño a mi infancia. Recuerdos de Tetuán, La Blanca Paloma, la ciudad más bonita y grande de la Tierra. Siempre.
Ingredientes:
1/2 taza de garbanzos en remojo, preferible quitarles el "pellejo".
1 cebolla
1 manojo de culantro o cilantro (¡imprescindible!)
1/2 cucharadita de pimienta molida.
1 cucharadita de cúrcuma
1/2 cucharadita de jenjibre molido
1/2 taza de tomate triturado
1/4 Kg de cordero "con hueso" y si quieres ternera en taquitos.
1 cucharada de canela en polvo
1 puñado de lentejas.
1 puñado de fideos gordos
1 ó 2 cucharadas de harina.
1 limón esprimido.

Preparación

En la olla a presión se pone la carne, un chorreón de aceite, los garbanzos, el apio y el culantro picadito muy pequeño, la cebolla rallada y las lentejas. Todo lo rehogamos unos 2 ó 3 minutillos, se echan dos o tres vasos de agua y se tapa la olla dejándola 1/2 hora. Destapamos la olla, agregamos el tomate triturado, las especias, sal al gusto y los fideos. A parte se hace una gachuela con harina y un poquito de agua fría y se añade a la sopa, esta tiene que estar espesita. A la hora de servir se le echa el zumo de limón y, al menos a mí me gusta así, se le añade un par de huevos cuajados hilachados, al igual que las sopas chinas.

¡Con un par de huevos!

Menú

Para empezar

Sopa de la Guardia Mora (Harira)

Espuma de ola

Para continuar

Totum reboletum

Huevos rellenos a la marissien

Huevos escalfados sobre lecho de habitas baby

aderezadas con jamón y fois

Rollito de tortilla con caviar de trucha asalmonada

Para finalizar

Apple egg

Cervezas

San Miguel 1570

Löwen Weisse

Bucler 0,0

Vinos

Merlot Crianza D.O. Penedes (2000)

Reserva del 2000 FOC

Viña Martina (Blanco)

Licores

Orujo Valle de Bedoya

Espuma de ola

Ingredientes:
1/2 k. huevas enteras de jibia
1/2 k. huevas enteras de merluza, más bien grandes
una latita de huevas chiquitinas en salazón (cangrejo, merluza, bacalao...)
un cogollo de lechuga
una endivia
un tronquito central de apio
una zanahoria
cinco nueces
aceite, limón, sal

Lo primero es cocer las huevas: las de jibia se cubren de agua fría y se tienen hirviendo unos cinco minutos.

Las huevas de merluza son más delicadas: tomar un lienzo de algodón alargado e ir poniendo una hueva, envolver con la tela, poner otra hueva, envolver y así sucesivamente: no deben tocarse una con otra. Coser el paquete de forma que no se deshaga y cubrirlo de agua fría y dejar que hierva unos cinco minutos.

Tanto unas como otras se deben dejan reposar en el agua hasta que la temperatura permita su manipulación.

Se prepara un aliño cortando menudísimo la parte blanca y crujiente de una hoja de endivia, una ramita de apio, algo de zanahoria, las nueces sin piel, aceite de oliva y limón. Por último, se ponen las huevas en salazón. Mezclar muy bien y no poner sal, ya que con la que aportan las huevas es suficiente.

Preparar una ensalada con tiritas muy finas de lechuga, endivia y ralladura de zanahoria.

Laminar las dos clases de huevas e irlas colocando en filas, alternado el color (blanco, rosa, blanco, rosa...). Salpicar con el aliño y poner la ensalada como guarnición.

Moras negras

Un chiquillo negro que llevaba un enorme sombrero de paja y apretaba con fuerza un cubo de moras.

Otras voces, otros ámbitos

Truman Capote

Arroz con leche

Ciertas tías devotas no pueden contenerse,

y lloran al mirarme.

Otras mucho más tímidas me hacen arroz con leche,

como cuando era niño,

y sonríen contritas, y me dicen:

qué alto

si te viese tu padre...,

y se quedan suspensas, sin saber qué añadir.

Así parece

Ángel González

(Lorenzo Donati)

Aromas voladores

La estufa negra, cargada de carbón y leña, brilla como una calabaza iluminada. Giran velozmente los batidores de huevos, dan vueltas como locas las cucharas en cuencos cargados de mantequilla y azúcar, endulza el ambiente la vainilla, lo hace picante el jengibre; unos olores combinados que hacen que te hormiguee la nariz, saturan la cocina, empapan la casa, salen volando al mundo arrastrados por el humo de la chimenea.

Un recuerdo navideño
Truman Capote

(Galletas familiares. Linda Carter Holman)

Lentitud

Moluscos lentos,

sembrada estás de mar, adentro

de ti hay mar: moluscos del beber

en ti el mar

para que nunca en ti

tuvieran fin las aguas.

José Ángel Valente

(Le repas. Dothy)

La cara del hambre

Pero era un grupo con aspecto más bien descorazonador, y enfermizo también, como si llevaran años viviendo sólo de patatas cocidas y cebollas.

El arpa de hierba

Truman Capote

(Jules Bastien-Lepage)

Verde aceituna

Las mujeres desdeñosas

son como las aceitunas:

la que parece más verde

suele ser la más madura.

Cantares

Antonio Machado

(Imagen gentileza de Directo al paladar)

Fritura de perca

A papá le gustaba decir que yo no sólo era un pescador experto, sino que además nadie sabía freír una perca mejor que yo. Tenía razón. Sabía pescarlas y cocinarlas en su punto. El secreto, recuerdo, era que en vez de pan rallado utilizaba copos de maíz triturados.

Una historia en bicicleta

Ron McLarty

(Perca fluviatilis. Maarit Kontiainen)

Bajé a beber

Y en la certeza de tu cuerpo, amor, sosegado me tiendo a descifrar la voz del agua. Bajé a beber a los veneros de tu cuerpo con mi sed por contraseña, y el licor que allí me dabas era oscuro y palpitaba en el brocal de tu cintura.

En el espejo soy tu límite...

Carlos Jiménez Arribas

(Wine and Song. Samuel Gana)

Tostadas con mantequilla

Temiendo una intervención federal, Vincent Columbraro, el Rey de la Tostada con Mantequilla, pidió la paz. (Columbraro tenía un control tan rígido sobre todas las tostadas con mantequilla que entraban y salían de Nueva Jersey que una sola palabra suya podía privar de desayuno a dos terceras partes del estado).


Un vistazo al crimen organizado
Cómo acabar de una vez por todas con la cultura
Woody Allen

(Los ladrones de la mantequilla)

El Hombre de las Bolas de Nieve

Estaba cansado de la comida de Zoo.

Siempre lo mismo: coles, boniatos, guisantes de pintas negras, pan de maíz.

En ese momento le hubiera gustado estar con el Hombre de las Bolas de Nieve. En casa, en Nueva Orleans, todas las tardes el Hombre de las Bolas de Nieve aparecía empujando su delicioso carrito, haciendo tintinear su deliciosa campanilla. Y por unas pocas monedas podía uno conseguir un cucurucho de hielo escamoso impregnado de una docena de jarabes: cereza y chocolate, uva y moras, todos mezclados como un arco iris.

Otras voces, otros ámbitos

Truman Capote

(Ice Cream Cavern. Will Cotton)

Sed de chocolate

Estoy sentado ahora en un café

y mi alma late late

de sed de no sé qué

tal vez de chocolate...

En un café

Carlos Edmundo de Ory

(Chocolates Meyers. Firmin Etienne Bouisset)

Provisiones

Tuve que ayudarle a subir al árbol, pues se había traído consigo su escopeta y una mochila llena de provisiones; una botella de moscatel, naranjas, sardinas, escalopas, unos pasteles, otras golosinas y galletas. La aparición de todos esos alimentos despertó nuestros ánimos decaídos y Dolly, conmovida al ver las galletas, dijo que Riley se merecía un beso.

El arpa de hierba

Truman Caponte

(Joe Kulka)

Como una fruta

Ha venido tu lengua; está en mi boca

como una fruta en la melancolía...

Antonio Gamoneda

(The Mirror. Bruno di Maio)

Pajaritos fritos

Cuando los avatares bélicos lo permitían, José, el frutero frustrado, sacaba una silla baja a la calle y se pasaba las horas vigilando una batería de artefactos alámbricos para cazar gorriones. Eran tiempos muy difíciles. Los pajaritos fritos son muy sabrosos, y con arroz una delicia.



Historia de una taberna
Ángel González

La hora del almuerzo

Tuvo que luchar como en sus mejores tiempos de karateka para conseguir un lugar en la barra de La Estrella de Plata y pedir un repertorio de un corazón de alcachofa con un huevo de codorniz y caviar o un buñuelo de flor de calabacín relleno de foie-gras homologado. Si bien cuatro canapés exquisitos le habían abierto el apetito, al mismo tiempo le impedían seguir agrediendo su mezquina economía planteándose siquiera una comida modesta.

El hombre de mi vida

Manuel Vázquez Montalbán

(La hora del almuerzo. Gabriela Genovés)

Huevos morenos

Paré para desayunar en una cafetería que prometía huevos morenos de campo y los tomé escalfados. Los huevos escalfados son un lujo, porque no repiten como los huevos fritos y la forma que tienen sobre la tostada parece una cara. Era como los desayunos de mamá.

Una historia en bicicleta

Ron McLarty

(Huevos franceses. Fabrice de Villeneuve)

Sandía fresca

¿Idabel? Oh, está en el arroyo; ha ido a buscar la sandía que tenemos allí refrescándose, la primera del verano. Papá ha sembrado muy pronto este año.

Otras voces, otros ámbitos

Truman Capote

(Cristóbal Toral)

Arreglo de boda

Pero la Rita pondría también una sopa de arroz con caldo de cocido y azafrán de primer plato, y, luego, lo que hubiera de fruta y un flan; y, ese día comerían en la sala en vez de en la cocina, en la camilla, que ya había mandado que la arreglaran la pata que estaba desencolada, y sacaría los platos de su madre, blancos con una lista azul, que eran una divinidad, y las servilletas de cuadros rojos y blancos. Y la Sabina la del horno, que la asaba el cordero, la dejaría, además unos cubiertos de alpaca y el cucharón y la sopera.

El arreglo de boda

José Jiménez Lozano

(Carl Heinrich Bloch)

El eco del mercado

La amanecida entraba con la voz

lavada y bulliciosa del mercado,

envuelta en la fragancia del melón

y en las branquias sangrantes del pescado.

El recuerdo anclado

Alberto García Ulecia

El desayuno

Pero aún me gustas más, tanto que casi

no puedo resistir lo que me gustas,

cuando, llena de vida, te despiertas

y lo primero que haces es decirme:

"Tengo un hambre feroz esta mañana.

Voy a empezar contigo el desayuno."

El desayuno

Luis Alberto de Cuenca

Refrescante

Ottilie, le dijo, tienes un admirador: fíjate en ese chico de ahí, te mira como si fueses un refresco con mucho hielo.

Una casa de flores

Truman Capote

Feliz verano

Menú

Almejas de la mar a la mariniére

Foie con confitura de moras

Chacinas de La Alberca de Salamanca

Tosta de pan con queso provolone

Brochetas de animales variados: cerdo, pollo, pavo

Chuleta de cerdo ibérico con pisto veleño

Bebidas

Cerveza Estrella Damm

Merlot Foc Reserva 2000, Masset del Lleó

Agua natural de manantial

Cava Brut René Barbier

(25 de julio de 2007)

Los días del estío se abrirán
De par en par

Vacación. Jorge Guillén

Naranjas de postre

¿Algún caso entre manos? Preguntó Ramón antes del postre de rodajas de naranja al jugo de naranja con fragmentos de corteza confitada.


El hombre de mi vida
Manuel Vázquez Montalbán

(The Letter. Fernando Botero)

Sándwich de atún

-La doctora de la sala de Urgencias me dijo que esas heridas eran de bala..., bueno, lo siento, olvídelo, me prometí a mí mismo que no le preguntaría.

-Vietnam -dije, con la boca totalmente llena de su maravilloso sándwich.

-Horrible. Espantoso.

-No, no, de veras. Éste es el mejor sándwich de atún que me he comido jamás.

-¿De verdad?

-El mejor.

-Exprimo un poquito de limón. No mucha mayonesa. Apio. Muy saludable.

-Muy rico, además.

Una historia en bicicleta

Ron McLarty

(Idyll of the Floating Island. Sergey Frolakov)

Meriendo algunas tardes

Meriendo algunas tardes:

no todas tienen pulpa comestible.

Si estoy junto a la mar

muerdo primero los acantilados,

luego las nubes cárdenas y el cielo

-escupo las gaviotas-,

y para postre dejo las bañistas

jugando a la pelota y despeinadas.

Si estoy en la ciudad

meriendo tarde a secas:

mastico lentamente los minutos

-tras haberles quitado las espinas-

y cuando se me acaban

me voy rumiando las sombras, rememorando el tiempo devorado

con un acre sabor a nada en la garganta.

Meriendo algunas tardes

Breves acotaciones para una biografía

Ángel González

(El almuerzo de los remeros. Cezanne)

Pon la cafetera

El juez afirmó con un gruñido que nadie puede sentirse completamente humano antes de haber tomado un tazón de café caliente.

El arpa de hierba

Truman Capote

El mejor regalo

Un día me hizo un regalo inapreciable: dos patatas, cuya propiedad, en mi casa, nadie me disputó. Aquellas patatas eran mías, y en consecuencia fueron peladas, cortadas y fritas para mí solo y para nadie más. ¡Qué generosidad la de los niños!

Mohamed

Ángel González

(Muchacha pelando patatas. Albert Anker)

Ajos crudos

Porque te hago saber, Sancho, que cuando llegué a subir a Dulcinea sobre su hacanea, según tú dices, que a mí me pereció borrica, me dio un olor de ajos crudos, que me encalabrinó y atosigó el alma.

Don Quijote

Choucroute

El negro comía una choucroute, y eso le hizo recordar que no le gustaba. Hubiera querido saber cómo se llamaba el plato que habían servido a la bailarina de La Java: un manjar oscuro que olía muy bien.

La edad de razón

Jean-Paul Sartre

Licor de ti

Subes del mar, entras del mar ahora.
Mis labios sueñan ya con tus sabores.
Me beberé tus algas, los licores
de tu más escondida, ardiente flora.

Rafael Alberti

(Por ti. Nicoletta Tomas Caravia)

El sabor de lo sagrado

¿Por qué la gente prefirió que soltasen a Barrabás y que crucificasen a Cristo? Fue, por así decirlo, una elección de calidad gastronómica. A quién hincarle el diente. Lo que mejor sabe es lo sagrado. Es una homeopatía. El culto al Sagrado Corazón de Jesús. La Semana Santa con la celebración del Calvario y la Crucifixión. El sacramento de la Comunión. Es el ansia por alimentarse de los sagrado. Los cantores griegos comían grillos. Los atletas, saltamontes.

Los libros arden mal

Manuel Rivas

(Gonca)